"Soy aquella que cuenta con sencillez, de manera escueta y descarnada, historias que la gente encubre en su hipocresía; soy aquella que habla de lo que la gente se sonroja al escuchar, pero que le producen un sinnúmero de sensaciones; y soy aquella que cuenta, de manera novelada, historias interesantes, que parecen inverosímiles, pero que a usted o a mí, nos pueden suceder... Soy la conciencia de todo un pueblo". - Sttron Bonilla.

Federico Nietzsche

Los hombres nacen cristianos, nacen católicos, nacen protestantes, nacen musulmanes..., nacen con una tendencia religiosa influenciada por su familia; antes de nacer, el hombre ya viene predispuesto a ser de tal o cual creencia religiosa,  pero ninguno ha nacido ateo. De Nietzsche se dicen muchas cosas, entre ellas, que en su juventud, en la escuela, escribió un ensayo sobre la existencia de Dios. Si fue así, eso dará más credibilidad y crédito a mi tesis, en la que digo que ningún hombre nace ateo, ya que para decir que no se cree en la existencia de Dios, se ha debido tener, de antemano, una experiencia desconcertante, con aquel Dios que nadie ha visto y que no ha dado ni la más leve muestras, por lo menos patente, de su existencia.  Es el hombre ilustrado, el hombre docto, el hombre culto, el hombre erudito el más propenso a volverse ateo. El pendenciero, el adicto, el desorientado, el de voluntad maleable o alienable, el canalla…, se vuelve cristiano, protestante…, ningún hombre bueno, por su rectitud, abraza, alguna de estas creencias.
De Nietzsche, también se dice, que estaba enamorado de su hermana, y eso sí que se puede desmentir de manera tajante, pues en uno de sus libros, y para ser más exacto, en Eccehomo, considerado una autobiografía ideológica, deja ver el odio que siente por su hermana y  su madre: «Cuando busco al antítesis más profunda de mi mismo, la incalculable vulgaridad de los instintos, encuentro siempre a mi madre y a mi hermana. Creer que yo estoy emparentado con tal canaille (gentuza) sería una blasfemia contra mi divinidad.»
                    
Federico  Nietzsche legó a la humanidad una doctrina filosófica de sus ideas, sobre la no existencia de Dios. Para mala fortuna de algunos pocos, murió completamente loco, y digo para mala fortuna, porque  muchos fanáticos religiosos podrán tomar eso como pretexto, para desvirtuar toda su filosofía, y son muchos, para la mala fortuna de pocos los que se alegra de que haya muerto loco.
 Para mí sería  motivo imperdonable, no ofrecer algunas de sus frases célebres, para que cada uno las juzgue e interprete, según lo que su inteligencia le dé, pero más que ésta, lo que su creencia religiosa o no religiosa, se lo permita.
Así habló Zaratustra 
-Hermano mío, si posees una virtud, y ella es realmente tuya, con nadie la compartas.
-¿Serán malas hermanos míos, las guerras y las batallas? En todo caso serán males necesarios.
-El que todo el mundo tenga derecho a aprender a  leer corrompe a la larga no solo el escribir, sino hasta el mismo pensar.
-Quien quiera tener un amigo también debe querer hacer la guerra por él, y para hacer la guerra hay que saber ser enemigo.
-Más yo digo: vuestro amor al prójimo es vuestro mal amor hacía vosotros mismos.
-El diablo me dijo una vez: ‘‘También Dios tiene su infierno: es su amor a los hombres. Y hace poco le oí decir: Dios ha muerto, su compasión por los hombres ha matado a Dios.

Ecce homo:
-El hombre del conocimiento no sólo tiene que poder amar a sus enemigos, tiene también que poder odiar a sus enemigos.
 - Yo soy un aristócrata polaco pur sang (pura sangre), al que ni una sola gota de sangre mala se le ha mezclado y menos que ninguna sangre, alemana.  Cuando busco la antítesis más profunda de mi mismo, la incalculable vulgaridad de los instintos, encuentro siempre a mi madre y a mi hermana.  Creer que yo estoy emparentado con tal canaille (gentuza) seria una blasfemia contra mi divinidad.    
-Por naturaleza soy belicoso. Atacar forma parte de mis instintos. Poder ser enemigo, presupone tal vez una  naturaleza fuerte; en cualquier caso es lo que ocurre en  toda naturaleza fuerte.
-Primero: yo sólo ataco causas que triunfan; en ocasiones espero hasta que lo consiguen. Segundo: yo sólo ataco causas cuando no voy a encontrar aliados, cuando estoy solo, cuando me comprometo exclusivamente a mi mismo.
-El ateísmo yo no lo conozco en absoluto como un resultado, aun menos como un acontecimiento: en mí se da por supuesto, instintivamente.
- ¿Acaso yo mismo estoy un poco envidioso de Stendhal?  Me quitó el mejor chiste de ateístas, un chiste que precisamente yo habría podido hacer: «La única disculpa de Dios es que no existe»
-Lutero, un fraile imposible que ataco a la Iglesia por motivos de esa propia «imposibilidad» y -¡en consecuencia!-  la restauró.
-Zaratustra fue el primero en advertir que la auténtica rueda que hace moverse a las cosas es la lucha entre el bien y el mal, la trasposición de la moral a lo metafísico, como fuerza, causa, fin en sí, es obra suya.

1 comentario:

  1. en la primera frase del ecce homo deberia ser: el hombre del conocimiento tambien debe poder odiar a sus amigos

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